
GINEBRA, Suiza — El alemán Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, que el martes tuvo que renunciar a su vuelta a la competición por unos dolores de cuello, confesaba el miércoles que estaba viviendo "el momento más duro" de su carrera con esa renuncia.
"Es el momento más duro de mi carrera y por ahora no pienso en lo que voy a hacer en el futuro", declaró durante una conferencia de prensa en Ginebra, en la que los periodistas le preguntaron si pensaba en un futuro regreso a los circuitos.
"Es bastante normal que se especule en la Fórmula 1 pero la verdad es que estoy decepcionado por no poder hacer lo que quería... Así es como me siento ahora", añadió el alemán, algo abatido.
Schumacher, retirado desde hace tres años, estaba muy motivado por su regreso a la competición al volante de un Ferrari en sustitución del brasileño Felipe Massa, que sufrió un espectacular accidente durante las clasificaciones para el Gran Premio de Budapest el pasado 25 de julio.
Pero, por desgracia, el alemán tuvo que renunciar a correr el Gran Premio de Europa en Valencia (España) el 23 de agosto por unas molestias persistentes en la nuca, secuelas de una caída que sufrió en febrero cuando pilotaba una moto.
"Las consecuencias de su accidente de moto son las más importantes que Michael haya sufrido nunca en su carrera", reveló su médico personal, Johannes Peil, en la misma comparecencia ante la prensa.
Schumacher sufrió unas fracturas en la base del cráneo y se rompió una vértebra y una costilla. Aunque se ha recuperado, sigue teniendo dolores en la nuca, algo totalmente contraindicado para pilotar un Fórmula 1.
El sustituto de Massa será finalmente el piloto reserva italiano Luca Badoer.
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